ESTA NOCHE
• A las 22 en el salón 9 de Julio del Sheraton (avenida Soldati 440). Las entradas cuestan desde $150.
“Tengo sangre de ustedes”. Parece orgullosa María Martha Serra Lima al otro lado de la línea telefónica cuando recuerda sus antepasados tucumanos, una familia de apellido Paz a la que, sin embargo, no visitaba de chica. Conoció nuestra provincia mucho después, dice, cuando ya era la reina del bolero y las giras la trajeron aquí, donde la esperaban más éxitos y aplausos. “Me encanta ir a Tucumán, tal vez porque la sangre tira inconscientemente. Pero además el público es bueno y cariñoso”.
- ¿Creés que le estamos dando la suficiente importancia al romanticismo?
- Espero que sí, porque eso nos hace vivir mejor. El amor es lo que te pone bien en la vida, porque podés tener dinero, pero sin amor no es tan linda la vida. No debe haber nada más lindo que querer y que te quieran. Es lindo encontrar a alguien que te haga ilusionar. Es muy importante en la vida que el corazón esté bien alimentado y con ilusiones.
- ¿El público suele contarte sus experiencias o pedirte consejos después de los shows?
- Sí, más que consejos me cuentan cosas que les han pasado con mis canciones. Me dicen que tal canción les trae el recuerdo de alguna infidelidad o que gracias a tal otra se les declaró el marido y ya llevan 30 años de casados. Hay muchas historias divinas de gente que ha vivido cosas lindas a través de las letras de mis temas.
- ¿Cómo recibís esas devoluciones?
- Feliz, me encanta hacer feliz a la gente. La canción “La tercera es la vencida” -que habla de que la infidelidad se aguanta uno o dos veces, pero la tercera es demasiado- es la que más llega al corazón a la gente que ha sufrido o que se ha sentido abandonada. Es la que más cala porque la infidelidad verdaderamente te hace sufrir. Porque cuando te va bien, estás romántica, tu marido te ama y vos lo amás, pero si de pronto él se va y tiene un coqueteo con otra, sufrís. Todas esas cosas pasan en el amor, son parte de la vida.
- ¿Te parece inevitable la infidelidad?
- No. En su momento, no lo habría perdonado. Yo me casé tres veces, que no es ningún mérito, pero nunca que me separé fue por infidelidad; hubiese sufrido mucho. Pero busqué el amor hasta que se terminó, y cuando se terminó, volé. No tengo aguante.
- ¿Cómo expresás el romanticismo afuera del escenario?
- Soy súper romántica, en todo momento. De joven he tenido 140.000 novios (risas), fui muy enamoradiza. Tuve la suerte de ser una intérprete que le canta al amor y, a la vez, ser muy romántica, algo que no siempre pasa. Por ahí eso se actúa. Yo he sido terrible: me enamoraba y en tres días quería casarme, pero al cuarto ya me olvidaba. Tengo mucha experiencia. He vivido lo lindo y lo no tan lindo del amor.
- ¿Qué gesto o sorpresa te derritió?
- Hay tantos... porque soy una persona muy querida, me han querido mucho. Además para la gente soy lo que canto, entonces el público te idealiza, te pide consejos. Y he tenido experiencias que me han hecho llorar en el medio de la calle. Cosas emocionantes, como que una madre me contara que su hija había fallecido de cáncer y que cuando supo que iba a morir le dijo: “mirá mamá, aunque yo esté muy mal o parezca desconectada, vos poneme ‘A mi manera’ bien cerca de mi oreja, porque de alguna forma lo voy a oír” (se quiebra y no puede seguir hablando).
- ¿Seguís sosteniendo que sufrir por amor es divino?
- Un poquito sí, porque quiere decir que estás viva, que todavía sentís algo por alguien. Con mis canciones pretendo que la gente sueñe, no que llegue a su casa y le pegue dos bifes al marido porque se acordó de cosas, sino que se ponga romántica porque yo la hice poner así. Es divino que esté presente el amor, sobre todo cuando sos grande. Te sentís acompañadísimo.
- ¿Qué le dirías a alguien que está sufriendo por amor?
- Que tiene que seguir tratando de demostrarlo o de terminarlo, porque no se puede sufrir toda la vida si sabés que habrá una respuesta favorable. No hay que sufrir al cohete. Uno aguanta todo, trata de volver, pero si la persona no te quiere más, ya no hay vuelta atrás. Ocurre que la gente no sabe parar, no sabe decir “hasta acá llego”, siempre dice “no, lo voy a conquistar”. Cuando el amor se va, no vuelve más. Es terrible, pero esa es la verdad.
- En los recitales, tanto como tu voz se destaca tu humor.
- Tengo un humor bárbaro, aunque poca gente lo sabe. A veces hago bromas con mis músicos y el público cree que las digo en serio. Soy muy chistosa, pero no doy la apariencia, parezco muy seria. Salgo siempre de buen ánimo porque me gusta lo que hago. Me encanta darles un momento lindo a las personas que han hecho un sacrificio para ir, para pagar la entrada. Entonces una tiene que sacarle el jugo, y que lo pasen felices. Tengo unas canciones divinas para que todos disfruten.